Es un pecado capital y muy común entre todos, en las
diferentes edades, este pecado nos ataca en cada momento y en distintas formas
ya sea mientras estudiamos, oramos o cumplimos con los deberes del hogar o el
trabajo. Por eso ejercitar la diligencia es un labor ardua ya que prácticamente
se debe realizar las 24 horas del día, desde que nos levantamos hasta
acostarnos haciéndolo siempre a la misma
hora y siendo siempre puntuales.
...recuerda que la virtud contraria a la pereza es la
diligencia…..
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